jueves, 20 de octubre de 2011

que súbitamente se haga la luz...


me pregunto tantas cosas
que me cuesta dubujarme las respuestas.
Una vez pedí un deseo en frasco de cristal,
ya no sueño lo que pido
ya no exigo lo que me dan.

Cuando la tormenta ha pasado
no quedan más que los despojos,
cuando ya nada es oscuro
se me antoja que tengo el corazón
de bromuro.

Si, me haces falta hoy.
La luz no me la dan mis quejas
ni mis historias,
ni mis quehaceres.
Se que tengo miedo,
se que tu lo tienes.
Se que los dias perdidos
son un infierno.


Duelen los dias en la soledad,
y escribo mil y una palabras para consolar,
pidiendo que algun dia todo vaya a más.
se que mi voz temprano quebrará