Ni por asombro me quedo perplejo.
Canto al odio,
bebo a morro,
fumo porros
y cicatrizo pronto.
De la manera más transversal
se me corta la digestión por instantes.
Al sentirte
me quedé con la piel de azufre.
En el tiempo exacto de la noche.
En el instante en que los gatos buscan gatas,
cuando apuras el ultimo trago,
mientras el delincuente se afeita al trasluz.
Si nos necesitamos, estamos hablando de dependencia.
Somos luz,
catarsis,
droga barata.
Todo depende...
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