sábado, 16 de octubre de 2010

maletas que llegan sin tu ropa


he pensado en el mercadillo,
aquel centro de cosas absurdas
en el que pueden comprarse la fe y la gloria,
los retratos y la felicidad,
los sombreros y los libros,
la inmortalidad y el olvido.
pensé en moverme por europa.
pero, sé que europa es sólo una pensión barata,
se le caen las letras que componen su nombre.
Uno no viaja para suicidarse,
sino para sobrevivir.
bebo demasiado y no soy inmortal,
tu dirás.
se que los espectadores no podemos soñar
con hacer el amor con las bailarinas de cuerpos perfectos.
sólo espero verla en mi habitación, que me mire
y me cante al oido bye bye bye love...

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