Experimentando el cambio en primera persona.
Desde Estambul también se divisa el horizonte de mi mar.
Me esterilizo.
Me actualizo.
Me declino.
Rosa-rosae.
Rex-regis.
Todo pasa.
Desde el más remoto desierto
hasta la más amplia sabana.
Tenía razón aquel muro urbano:
"Namque aliquis cogitia in nostri habemus."
Ahora si que si.
Ahora es cuando te necesito.
Claro que sí... Estambul puede ser la puerta de muchas cosas... Estambul o el balcón de mi casa... La Torre Agbar ha prometido salir volando... Y nosotros vamos a estar dentro... Mil besos, amore...
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