martes, 14 de julio de 2009

Rudimentos de los preliminares

Junto a la umbria deleitable
observé a quien no quiere animar.
No tiene a nadie a quien animar.
Qué desanimador.
Jugando a hacer aros con el humo del cigarrillo.
Niña de ojos claros,
no te enfades conmigo.
Contra la dignidad que supone
no hacer siempre lo que uno quiere,
te animo a animar.
La botella también tiene una historia curiosa.
Sin consuelo, sin alivio, pero con éxito.
Así te encontré;
sentada junto al portal,
con un mantón de gitanilla,
una camisa sin estrenar
y tus zapatos de feria.

1 comentario:

  1. A mí sólo me animas tú... Yo tuve unos zapatos de ésos, de feria, de lunares, de gitanilla que va para gitana... MUA!!!

    ResponderEliminar